La separación o ruptura de una relación nunca es fácil. Sobre todo si de esa relación existen hijos o proyectos importantes en conjunto. Con la separación se producen cambios profundos en la vida de las personas desde distintos planos: emocional, familiar, económico y social.
Quienes atraviesan por estos procesos, deben reorganizarse. Buscar apoyo familiar, financiero y legal.
En Total Abogados comprendemos los desafíos a los que se enfrentan a diario quienes toman la difícil decisión de separarse. Por eso hemos preparado esta breve guía legal para que puedan informarte de los aspectos más importantes.
Cuando dos personas se encuentran legalmente casadas y existe un quiebre permanente en la relación, lo primero que se nos viene a la mente es el divorcio.
El divorcio es el proceso que pone término al vínculo matrimonial de manera permanente. El divorcio es un trámite legal y judicial que puede darse por una separación o por otras razones que hacen inviable la vida en común.
Si estás atravesando por un proceso de separación y te encuentras legalmente casado, te recomendamos siempre:
Es un requisito legal para demostrar el quiebre de la vida de pareja de dos personas que están casadas. El acta de cese de convivencia se realiza ante el Registro Civil e Identificación. Permite entregar una fecha determinada desde que dos personas deciden poner término a una relación.
Independientemente de si estás pensando en un divorcio, o aún consideras que es muy pronto para evaluar esta opción, en Total Abogados recomendamos siempre hacer el trámite de obtener el acta de cese de convivencia.
Esta acta por sí sola no disuelve el vínculo matrimonial. Además no es un trámite de alta complejidad.
Recomendamos hacerlo, ya que la ley establece plazos extensos de separación para poder solicitar formalmente un divorcio.
Para los divorcios de común acuerdo es 1 año, mientras los divorcios unilaterales son 3 años.
Muchas personas fracasan en su intención de poner fin al matrimonio al no contar con este documento.
Cuando dos personas se encuentran legalmente casadas, y tienen hijos, es fundamental ordenar legalmente los derechos y obligaciones respecto a ellos. Si aún no es tiempo para pensar en el divorcio, es importante que puedas tener claridad respecto a los pagos, responsabilidades de cuidado, tiempos con los niños, etc…
En resumen, poder regular el cuidado personal, régimen de relación directa y regular y pensión de alimentos.
Esta regulación parte por un proceso de mediación familiar.
Si las partes llegan a un acuerdo, el tribunal reconoce estas bases y les da fuerza legal.
Por el contrario, si no existe un consenso, la alternativa de regular estas materias se tiene que llevar adelante a través de una demanda.
Es importante entender que regular formalmente permite que una obligación moral pase a ser una obligación legal. Con todas las consecuencias que esa realidad implica.
Más allá de las opciones de divorcio y de regular las relaciones con los hijos en común, es importante entender que cada matrimonio tiene su propio régimen patrimonial.
En Chile existen 3 regímenes patrimoniales:
Con separación de bienes cada uno tiene su patrimonio independiente. Por eso, frente a la separación todo se mantiene igual. Lo único que se debe considerar es que con el divorcio termina la posición de heredero que tiene cada cónyuge respecto al otro.
El fin de los derechos hereditarios va más allá del régimen patrimonial y surge en todos los casos en que dos personas disuelven su matrimonio.
La participación en los gananciales funciona como un régimen de separación total de bienes mientras dura el matrimonio. Con el divorcio se debe hacer un inventario de lo que tiene cada cónyuge. El que tiene menos, tiene derecho a participar de un 50% del exceso del cónyuge que gana más.
Por eso, si estás en un proceso de separación y estás pensando en divorciarte, ten en cuenta que los bienes que adquieras durante ese periodo podrían terminar siendo repartidos en algún porcentaje con tu otro cónyuge. Esto solo en el evento que tú posición económica sea más ventajosa que la del otro.
La sociedad conyugal o también conocida como bienes comunes, es un régimen que actualmente tiene la administración del marido y donde se produce una comunidad de bienes mientras dura el matrimonio. La mayoría de los bienes tiende a ingresar a este patrimonio, exceptuando algunos casos (patrimonio reservado por trabajo de la mujer, donaciones, herencias).
Sin embargo, existen varias complejidades en la administración de estos bienes, respecto a la parte que le corresponde a cada uno, a las autorizaciones que se necesitan para vender, entre otros aspectos.
Por eso, si estás atravesando por un proceso de separación, infórmate correctamente sobre las consecuencias de los movimientos que puedan existir en tu patrimonio. Por otro lado, en algunos casos puede ser aconsejable evaluar una modificación de tu régimen patrimonial antes del divorcio.
Frente a la separación es muy común que uno de los cónyuges se quede en el hogar familiar junto con los hijos. Si estás casado y vives en la casa familiar con tus hijos y no eres dueño de esa propiedad (o solo eres dueño de una parte), puedes solicitar la declaración judicial de bien familiar para proteger el inmueble y todo lo que esté en su interior.
De esa forma, el otro cónyuge no podrá vender, arrendar, ceder, ni realizar disposición alguna sin la autorización de quien vive con los hijos.
Esta facultad sólo está habilitada para personas que se encuentran legalmente casadas.
No solo los hijos tienen derecho a recibir una pensión de alimentos. La pensión de alimentos puede darse entre cónyuges. Ese es el caso de los alimentos mayores.
Mientras dure el matrimonio existe la opción de que uno de los cónyuges aporte económicamente a las necesidades del otro.
Esto se regula por mediación y si no hay acuerdo, se puede presentar una demanda con abogados.
Por otro lado, la compensación económica es una indemnización que se presenta en el divorcio. La puede recibir quien, durante el matrimonio no trabajó, o trabajó en menor medida de lo que podía y quería por cuidar el hogar y los hijos.
Frente a la separación de dos personas que han contraído un Acuerdo de Unión Civil, existen escenarios muy similares a los que se enfrentan quienes están legalmente casados.
En Chile los convivientes civiles gozan de una serie de derechos y obligaciones que el matrimonio civil también contempla. Por eso, si estás unido civilmente y decides poner término a esa relación, debes comprender algunas cosas.
La diferencia más radical está en el proceso de disolución de la unión civil. Es mucho más fácil terminar un Acuerdo de Unión Civil que un Matrimonio.
Esto se puede hacer de común acuerdo por escritura pública o directamente en el Registro Civil con el consentimiento de ambos convivientes.
Si no hay acuerdo entre las partes, la disolución la puede exigir uno de los convivientes, a través de las mismas vías, pero notificando al otro.
No se exigen plazos, causales y demandas que se deben presentar en un divorcio.
Si estás unido civilmente, tienes hijos y te separas, puedes regular las materias que tienen que ver con el cuidado y manutención de los hijos en común.
El cuidado personal, el régimen de relación directa y regular (visitas) y la pensión de alimentos, son parte de los deberes y obligaciones más importantes hacia los hijos y van más allá del estado civil de los padres.
En Total Abogados recomendamos siempre establecer mecanismos formales y regulados sobre estas materias tan importantes. Ya sea a través de procesos de mediación o judicial.
Acabamos de explicar que la disolución de un Acuerdo de Unión Civil es mucho más sencilla que terminar un matrimonio. De todas formas, estos acuerdos admiten la existencia de los mismos regímenes patrimoniales del matrimonio.
Respecto a la participación en los gananciales y la sociedad conyugal, pueden existir bienes que repartir o liquidar cuando se termina el Acuerdo de Unión Civil.
En el caso que hayas pactado alguno de estos dos regímenes, te recomendamos que consultes con un abogado para entender si es necesario o no llevar adelante un proceso de liquidación o partición de bienes.
Aunque no lo creas, los convivientes civiles pueden solicitar compensación económica frente a una inequidad de las condiciones laborales de ambos por el cuidado del hogar e hijos en común. Este no es un derecho exclusivo del matrimonio y puede acordarse de común acuerdo o presentar una demanda ante un tribunal de familia para exigir que un juez determine el monto a pagar conforme a los antecedentes que se tengan a la vista.
También se puede presentar la solicitud de declaración de Bien Familiar respecto al inmueble en donde vive uno de los convivientes con sus hijos.
Si dos personas no están casadas ni unidas civilmente, pero mantienen una relación estable en el tiempo, se pueden presentar dos escenarios frente a una separación o quiebre de la relación:
En el caso de dos personas que mantengan hijos en común y se produzca una separación definitiva, no existen resguardos que tienen los matrimonios o Acuerdos de Unión Civil. No existe la posibilidad de solicitar judicialmente declaración de bien familiar, demandar una compensación económica, obtener derechos hereditarios y otras figuras propias de ambas instituciones.
Sin embargo, los hijos generan una serie de derechos y obligaciones que se pueden regular formalmente.
La ley entiende que el cuidado personal radica en el padre o madre respecto al cual ese hijo o hija menor de edad vive. Independiente del estado civil de esos progenitores.
El cuidado personal puede ser compartido o radicarse en él papá, mamá o incluso en un tercero.
En estos casos, la pensión de alimentos es exclusivamente para los hijos. Cuando dos personas no tienen un vínculo legal que los una, no existe opción de demandar alimentos mayores.
El régimen de comunicación o también conocido como visitas, es un derecho de los niños, niñas y adolescentes y es independiente del estado civil de los padres. No importa si son casados, convivientes civiles, solteros o divorciados.
Todas estas materias deben tener intentos de regulación previa a través de mediación familiar. En caso que este mecanismo extrajudicial no funcione, ya sea porque las partes no se presentan o no hay acuerdos, se pueden interponer demandas para regular formalmente estas materias.
Si dos personas no están casadas ni tampoco cuentan con un acuerdo de unión civil y no tienen hijos en común, la separación o quiebre de la relación, no genera derechos y obligaciones legales entre las partes.
Si ambos compraron bienes en común como una casa o un departamento, la forma de poner término a esta comunidad de bienes se regula de la misma manera que se haría frente a dos personas que no tienen una relación de pareja y compran algo en conjunto. Aplican las reglas del derecho civil.
Ambos pueden acordar vender, ceder, arrendar o disponer de sus bienes o de la parte que ellos tengan de esos bienes.Si no existe acuerdo en el destino que se le dará a la cosa, pueden buscar soluciones a través de un juicio de partición.
Frente a un proceso de separación existe una serie de consideraciones legales que debes tener en cuenta. La separación o quiebre de una relación, abre el espacio para pensar en ciertas cosas prácticas que nuestras leyes regulan, pero que muchas veces desconocemos.
Para saber por dónde partir hay que informarse y asesorarse. La separación es el punto de partida para iniciar conversaciones, instalar acuerdos o buscar alternativas judiciales que protejan tus intereses familiares y personales.
En Total Abogados recibimos diariamente a muchas personas que atraviesan por quiebres definitivos de sus relaciones de pareja y necesitan orientación clara para tomar decisiones prácticas y constructivas.