En Chile, no existe la separación matrimonial como un estado civil. Sin embargo, el divorcio en Chile sí es una disolución del vínculo matrimonial. La separación simplemente es un estado de hecho que no cesa ninguno de los deberes y obligaciones del matrimonio. Salvo que haya un cese de la convivencia, se puede decir que la pareja está separada, que es un paso previo al divorcio.
Muchas personas utilizan los términos "separación" y "divorcio" indistintamente para referirse al fin de un matrimonio. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no son sinónimos y tienen implicaciones legales diferentes. En este artículo, exploraremos en detalle las diferencias entre la separación matrimonial y el divorcio en Chile.
La separación matrimonial es una situación en la cual una pareja casada decide vivir separada y poner fin a su convivencia conyugal.
Durante la separación, los cónyuges continúan legalmente casados, pero viven aparte y podrían tener ciertos acuerdos verbales o escritos sobre la división de bienes, custodia de los hijos, manutención y otros aspectos relacionados con su vida en común.
La separación matrimonial puede ser temporal o puede preceder a un divorcio, donde se disuelve legalmente el matrimonio.
El divorcio en Chile es el proceso legal mediante el cual una pareja casada pone fin a su matrimonio de manera definitiva y legal. En Chile, el divorcio se regula principalmente por la Ley N° 19.947 sobre Matrimonio Civil, que fue promulgada en 2004 y entró en vigor en 2005. Antes de esta ley, Chile tenía un sistema de divorcio muy restrictivo, conocido como divorcio por culpa.
Con la Ley N° 19.947, Chile adoptó el divorcio unilateral o divorcio sin expresión de causa, lo que significa que cualquiera de los cónyuges puede solicitar el divorcio sin necesidad de alegar una razón específica, como adulterio o abandono. Para obtener un divorcio en Chile, se deben seguir ciertos pasos, que incluyen:
Separación de hecho: Los cónyuges deben estar separados de hecho durante al menos un año. Esto implica vivir en residencias separadas y no mantener una vida conyugal.
Solicitud de divorcio: Uno de los cónyuges puede presentar una solicitud de divorcio ante un tribunal de familia. La solicitud debe incluir información sobre la separación de hecho y otros detalles relevantes.
Audiencia de conciliación: Después de presentar la solicitud, se llevará a cabo una audiencia de conciliación en la que se tratará de resolver cualquier conflicto pendiente entre los cónyuges. Si no se llega a un acuerdo, el tribunal procederá con el divorcio.
Resolución de divorcio: El tribunal emitirá una resolución de divorcio, que pondrá fin al matrimonio de manera legal.
Es importante destacar que el divorcio en Chile no afecta los derechos y deberes parentales, y los cónyuges pueden seguir siendo responsables de la crianza de sus hijos en común. Además, el divorcio puede tener implicaciones en la división de bienes y activos acumulados durante el matrimonio, por lo que es importante consultar a un abogado para comprender completamente los aspectos legales y financieros relacionados con el proceso de divorcio en Chile.
La principal diferencia entre la separación y el divorcio radica en las implicancias legales que cada uno conlleva.
En el caso de la separación, aunque la convivencia se haya interrumpido, los deberes y obligaciones del matrimonio siguen vigentes. Esto incluye las responsabilidades económicas y patrimoniales entre los cónyuges, así como las obligaciones relacionadas con los hijos en común, las que persisten aún después del divorcio. En otras palabras, un cónyuge separado aún puede estar obligado a pagar pensión de alimentos a su pareja.
Por otro lado, el divorcio implica el cese de todas las obligaciones con el cónyuge, excepto en lo que respecta a los hijos en común. Después de obtener el divorcio, un cónyuge no tiene la obligación de pagar algo a su expareja, pero sí sigue siendo responsable de las obligaciones hacia los hijos, como la pensión alimenticia y el régimen de visitas.
Es importante tener en cuenta que las obligaciones y derechos parentales en el caso de los hijos no se ven afectados por la separación o el divorcio. Ambos padres siguen siendo responsables de la crianza y el cuidado de los hijos, independientemente de su estado civil.
Los requisitos para un divorcio dependen del tipo de divorcio que se efectúe.
Divorcio de mutuo acuerdo: Para solicitar este tipo de divorcio, es necesario que los cónyuges lleven al menos un año sin convivir. A partir de noviembre de 2004, se puede obtener un acta de cese de convivencia en el registro civil para probar esta situación.
Divorcio unilateral: En este caso, el acta de cese de convivencia debe constatar al menos tres años desde la separación. Es decir, se debe acreditar un período de tres años en el que los cónyuges han estado separados.
Divorcio culposo: En el divorcio por culpa, no es necesario cumplir con un requisito de cese de convivencia. Sin embargo, se debe presentar evidencia que demuestre que uno de los cónyuges ha incurrido en una falta grave a los deberes y obligaciones del matrimonio, poniendo en peligro la integridad física del otro cónyuge o de los hijos.
Si estás considerando poner fin a tu matrimonio y tienes dudas sobre qué camino seguir, es recomendable buscar asesoramiento legal especializado. Los abogados expertos en divorcio pueden brindarte la orientación necesaria para entender tus derechos y obligaciones, así como para tomar decisiones informadas durante este proceso.
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Recuerda que poner fin a un matrimonio puede ser un proceso emocionalmente desafiante, pero contar con el apoyo adecuado y la representación legal adecuada puede facilitar el camino hacia una resolución justa y equitativa.
En resumen, la separación de matrimonio y el divorcio son conceptos distintos en Chile. Mientras que la separación implica un estado de hecho en el que los deberes y obligaciones del matrimonio se mantienen, el divorcio implica la disolución del vínculo matrimonial y el cese de las obligaciones con el cónyuge.